DECLARACIONES CON MOTIVO DEL 18 DE JULIO

¿Recuerdo de aquel 18 de Julio? Lo resumiría así: Mi padre en el Alcázar de Toledo, unido a los que después habrían de convertirse en sus heroicos defen¬sores. Mi alma adolescente, excitada al conjuro de una ilusión nacional que ponía en pie a la España mejor. Luego, la tragedia de la barbarie roja en mi ciudad natal, ebria de sangre, asesinando sin piedad, recreándose en las víctimas, incendiando templos, llenando las calles de blasfemias y aulli¬dos. Arriba, en lo alto, como una esperanza de que en el país había un espíritu inconmovible, desfigurada, pero erguida, la fortaleza militar, desafiando el peligro.

ACTO CONMEMORATIVO DEL 18 DE JULIO – julio de 1968

Sólo aquellos que sirven a un ideal, que se entregan por vocación al servicio de una empresa elevada, reaccionan como lo ha hecho Miguel Fagoaga: sin murmuración y sin desaliento, sin reproche y sin abandono, sin queja y sin fuga, más o menos justificada de la realidad; y ello porque en su cruda y apasionante realidad política de España, está en juego, hoy con más agrios perfiles que hace un lustro, no éste o aquel grupo gobernante, o éste o aquel plan administrativo, sino el ser y la continuidad misma de España como nación.

¿QUÉ FUE EL 18 DE JULIO? – año 1996

A la distancia de sesenta años, la reflexión sobre un acon­tecimiento histórico decisivo como lo fue, sin duda, el 18 de julio de 1.936, es más ecuánime, serena y objetiva. La lógica pasión de aquel momento no puede eludirse, porque impactó, dejando una huella profunda, en quienes, con una u otra edad, y en uno y otro banco, lo vivimos. Pero el tiempo, para los que no olvidamos, perfila los hechos, descubre su origen, los valora y saca las debidas conclusiones.