LA TRAGEDIA DEL PAÍS VASCO – junio de 2001

Confieso que el tema no me resul­ta agradable, porque no es nunca agradable ser testigo de enfermedades o mutilaciones y afirmo que, si abordo el tema, lo hago como español -título al que no renuncio ni con la palabra ni con los hechos- al que afecta profundamente la tragedia del País Vasco, porque esa tragedia, hoy bañada de sangre, puede ser el comienzo de la autodestrucción de España, como sujeto colectivo histórico.