ACTO CONMEMORATIVO DEL 18 DE JULIO – julio de 1968
Sólo aquellos que sirven a un ideal, que se entregan por vocación al servicio de una empresa elevada, reaccionan como lo ha hecho Miguel Fagoaga: sin murmuración y sin desaliento, sin reproche y sin abandono, sin queja y sin fuga, más o menos justificada de la realidad; y ello porque en su cruda y apasionante realidad política de España, está en juego, hoy con más agrios perfiles que hace un lustro, no éste o aquel grupo gobernante, o éste o aquel plan administrativo, sino el ser y la continuidad misma de España como nación.